El lazo rojo del destino (preview)

Bueno hasta que le creemos el acceso al blog a Rei.chan yo posteare sus fanfics, de momento os abrimos boca con este inoodai que aunque sea un preview cortito merece la pena lee y comentar :P esperamos que os guste!! Dozo!!

Titulo: El lazo rojo del destino

Autora: Rei,chan

Genero: Yaoi, lemon (of course)

Capitulos: Solo Rei.chan lo sabe

Pareja: Inoodai

Iba por la calle cuando pensé que había una pelea, era un mero reto entre varios chicos así que no presté atención y seguí con mi camino. Mala idea, muy mala idea.

Al pasar por delante de uno de los chicos este me cogió y me echó hacia atrás para besarme; era mi primer beso. Estaba hipnotizado con ese dulzor sobre mis labios, tarde en acordarme, era mi primer beso, pero era un chico el que me lo estaba dando y me gustaba.

- Uhh, pues si que puedes Inoo-Kun.

- Y más que tu retorcida mente no querrá saber Mako-sempai.

- Nunca pensé que alguien que parecía ser tan antisocial pudiese realmente ser asi.

Yo no daba crédito a lo que pasaba dos chicos discutiendo frente mío, una chica sentada en unas cajas riéndose y aquel humo tan irreal que salida del karaoke subterráneo. Era un olor dulzón que hacía que pareciese mas un sueño lo que sucedía que el principio de muchos problemas.

- A que vino eso? – conseguí decir con dificultad –

- Fue una apuesta, -paro un segundo – pero creo que con esa cara femenina no se puede dar por válido el que te besase.

- Satomi-San, dos cosinas, una urusai y dos te equivocas, el tema era besar a la primera persona que se le pasase por delante, no a un chico. – Dijo Mako-San.

Al mandarla callar esa chica se levantó y vino hacia mí a darme un beso en la mejilla y susurrarme – “una vez entras en nuestro juego no podrás salir, ¿jugamos?” - lo dijo con sorna cosa que me molestaba mucho.

- No te equivoques, no me das ni para empezar – conteste de malas, era una mentira pero por librarme de ella hubiese vendido mi alma al diablo. – si tanto te aburres vete con tu amiguito.

- Ella no es mi amiguita, si no mi hermana –dijo mientras me agarraba del cinturón del pantalón.

- No me vuelvas a tocar – Amenacé pero mi pecho no me decía lo mismo y mi cuerpo se debatía.

Al llegar a casa no pude ni mirar los papeles del nuevo instituto, tenía la cabeza en aquel dichoso beso, seguía su sabor dulce en mis labios, en la sensación de su mano en mi espalda y mi mente posada en aquel chico que me lo dio, creo que se llamaba Inoo. Cerraba los ojos y lo volvía a sentir, estaba mal era un chico y yo otro, eso no podía ser y aún así no podía olvidarlo. Creí volverme loco, cuando Mayu abrió mí puerta di me sobresalto de tal manera que caí al suelo desde la cama.

- Onii-chan cuantas veces te tengo que llamar para que te enteres?? – estaba perdiendo su voz de niña ya con solo 14 años.

- Mayu, alguna vez… nada deja.

- Ven a cenar onii-chan y que no tengamos que esperar otra vez que mañana me tengo que arreglar para ir a clase. – Se dio vuelta pero antes de salir volvió a mirarme. –por cierto te tendrías que echar agua en ese labio o cambiar de chica te lo ha dejado demasiado rojo, se te nota demasiado.

Me pase la cena y la noche pensando en aquello y en como mi hermana mucho menor que yo sabía más que yo. También es verdad que aunque muchos chicos y chicas están pendientes de mi por mi físico y mi manera de ser no evita esto que me sienta solo, por eso normalmente ni siquiera me molesto en recordarles pero a los de antes me quedaron grabados a fuego sobre todo Inoo, la única persona que logro que mi corazón parase y dudase antes de decidirse a volver a latir.

A la mañana siguiente me había calmado un poco, me puse mi nuevo uniforme me peiné a mi estilo rebelde y me dirigí a la ceremonia de inicio de la que veía los pétalos de Sakura caer a mi alrededor. Parecía que las aguas habían vuelto a su cauce de tal manera que me animé y entré al salón de actos, mi corazón pareció que dejaba de latir cuando vi a esa odiosa chica Satomi entrar en el salón. Mako-Sempai, daba el discurso de bienvenida y se fijó en mi de la que aún estaba en el escenario, pero lo peor aún estaba por llegar.

Al llegar al salón de clases me fijé en los nombres y hubo uno que me llamo la atención Inoo Kei, y lo supe jamás mi vida sería como antes…